Los trastornos que afectan al órgano efector del movimiento (el músculo), se conocen como Miopatías y corresponde al neurólogo el estudio y tratamiento de estas afecciones.

Los músculos pueden ser alterados por diversas causas, pero en la mayoría de las miopatías, los síntomas y signos que se observan con mayor frecuencia son:

  • Dolor.- El dolor miopático puede ser desde leve hasta severo y abarcar una zona en particular o ser generalizado, dependiendo de la causa.
  • Debilidad.- La debilidad es muy frecuente en enfermedades que involucran al músculo y principalmente confinada a grupos musculares proximales, es decir, a músculos de cintura escapular, brazos, cintura pélvica y muslos por ejemplo. En este sentido, la debilidad de músculos proximales, ayuda a distinguir entre enfermedades del nervio y el músculo, ya que en el caso de las neuropatías la debilidad suele ser en músculos distales (manos, pies).
  • Calambres.- Son sensaciones dolorosas generadas por contracción muscular espontánea o involuntaria.
  • Fatiga.- En algunas enfermedades musculares, el individuo mantiene una fuerza normal, pero conforme avanza el día o desarrolla actividad física, la fuerza va mermando.
  • Atrofia.- La atrofia muscular se presenta cuando la enfermedad a adquirido un carácter crónico y los grupos musculares afectados pierden volumen, dando al paciente un aspecto de desgaste.
  • Fenómeno miotónico.- En ciertas patologías, existe un retardo en la relajación muscular, produciéndose una contracción muscular sostenida que es totalmente visible.
  • Pseudohipertrofia.- En las enfermedades conocidas como distrofias musculares, que fundamentalmente son trastornos de tipo hereditario, la masa muscular se va deteriorando pero es sustituida por tejido graso, dando un aspecto de “masa abultada”.

Existen como dijimos al principio, diversas causas de enfermedad muscular, pero las más comunes engloban a: 1) causas hereditarias 2) fenómenos inmunológicos y/o inflamatorios 3) efectos de medicamentos -principalmente algunos hipolipemiantes- (medicamentos para disminuir las grasas en la sangre); 4) infecciones 5) causas metabólicas como el hipotiroidismo o la amiotrofia diabética.

Una vez sospechando en enfermedad muscular, se puede hacer uso de técnicas de laboratorio para apoyar o descartar el diagnóstico:

*Las enzimas musculares son sustancias que participan en el funcionamiento de este órgano efector y se elevan considerablemente en la sangre cuando hay afectación o destrucción muscular, las más utilizadas son la creatin-fosfocinasa (CPK), la aldolasa y la deshidrogenada láctica (DHL).

*La medición de ciertas sustancias, puede ayudar al diagnóstico como es el caso de las hormonas tiroideas.

*La Electromiografía es un estudio neurofisiológico encaminado al estudio de las fibras musculares, se realiza por medio de un electrodo de aguja que es insertado en músculos seleccionados de acuerdo a la distribución de los signos y síntomas. Ayuda a diferenciar entre un trastorno miopático de un neuropático y da una idea mas o menos clara de la magnitud del daño de las fibras musculares.

*La biopsia muscular es un procedimiento que conlleva la toma de una porción de músculo afectado para ser analizado al microscopio por el patólogo. Además del análisis visual convencional, se deben realizar pruebas de inmuno-histoquímica especiales que ayudan a encontrar la etiología exacta del padecimiento.

En conclusión, las enfermedades musculares no son cosa fácil de comprender y mucho menos de diagnosticar y tratar. Por lo anterior, sugerimos a nuestros amables lectores que en caso de presentar cualquiera de los síntomas antes descritos, acudan al especialista para ser valorados en forma adecuada y así evitar complicaciones.

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Dr. Luis Javier Flores Río de la Loza
Neurología y Neurofisiología Clínica

☎ (662) 2 08 30 24

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